Ellen Page, con una brutal interpretación en la película del director David Slade, es una de las actrices más prometedoras que se hay podido ver en mucho tiempo, pero tiene un grave problema que es no crear un lazo con el personaje, esto no la hace ser tan creíble, genera que la película en cierto tiempo se vuelva un tanto lenta, pero el guión que tiene la hace ver desde una pequeña  inocente a una rebelde con causa, esto le agrega un cierto interes innato a la película.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ella acompañada por un excelente actor, Patrick Wilson, quien también tomó un papel muy difícil.

 

En Hard Candy no son las interpretaciones de estos actores las que hacen que nos pongamos un tanto nervioso, sino que es por el excelente guión que estos tienen, además hace llamar muy bien la atención del espectador, ya que todo el film se graba en un solo escenario que es una habitación y con solo dos personajes, entonces en cualquier otra película hubiera sido un tanto aburrido, pero ésta logra mantener al espectador todo el tiempo pendiente de lo que pasaría, a pesar de que hubieron tiempos perdidos.

 

 

Todo esto dio lugar a una acción un poco extraña, pero que finalmente no deja indiferente a nadie. Debido a esto quedó claro que Hard Candy no es apto para el gusto unánime del público. Ésta es una de las películas que más debate tiene y tendrá, no solo por si es buena o mala, sino por el contenido de la cruda castración. Ésta película pasaría a ser parte de la lista de las llamadas “películas de culto’’.

 

A pesar de la situación tensa y terrorífica mostrada, Hard Candy consigue su propósito que es dejar todo a la imaginación de las personas ya que no se muestra ni una sola gota de sangre, solo muestra la capacidad de la joven para manejar la mente de otras personas. Todo esto juega con nuestra mente, nos lleva a la imaginación y a más de uno nos juega una muy mala pasada.