Acostada me dispuse a disfrutar una tarde de película como cualquier fin de semana, me decidí a ver ¨trainspotting¨  sin ninguna expectativa previa, sin embargo, luego de la primera escena y de quedar encantada por el monólogo del protagonista y de la adrenalinica canción de iggy Pop ¨Lust for life¨, cambie mi postura en el sillón y me sumergí en una muy bien ambientada "inglaterra underground", donde Danny boyle (Director) con la increíble ayuda de Damon Albarn (Música, actual vocalista de blur y otros proyectos musicales como gorillaz) nos muestran una fantástica producción del guion de Irvine Welsh.

 

Trainspotting aborda de manera valiente y un tanto cruda, la forma de ver la vida de un drogo-dependiente, en este caso Mark Renton quien se nos presenta como un joven heroinómano ingles quien eligió vivir una vida relajada y parecida a la filosofía de vida tipo punk. A pesar de una trama quizás violentamente dinámica, Danny Boyle logra un gran efecto en las secuencias oníricas dentro de la película, es decir, cuando los personajes entran en la influencia de la heroína o se ven privados de ella, alterando sus mentes.

 

Cada personaje dentro del film está muy bien ideado y representado para darle un toque único a la película, desde la violencia de Francis, hasta el toque humorístico e ingenuo de Spud; dos grandes amigos de Mark. Nuestro protagonista luego de pasar por un sinfín de desventuras y desencuentros emocionales, logra acabar con sus problemas en un final relativamente descansado o relajado, dando pie a la posible secuela planeado por Boyle.

 

Sin lugar a duda Trainspotting no es una película apta para una tarde familiar con palomitas y bebida Light, mas bien, con una realidad que solo Boyle nos podría mostrar, una película mas ¨Directa y fuerte¨ que defiende su título de película de culto. Un fuerte remezón a una sociedad conservador y un poco mas reservada que en la actualidad, respecto a estos temas como lo son las drogas.