Al  principio de este proyecto e ir al cementerio a sacar fotos, no sé exactamente qué cosa quería captar a través de la cámara, sólo sé a conciencia que no me agradaba el hecho de estar ahí, me sentía perturbada a pesar de estar en compañía, sabía que no iba a estar cómoda en este lugar en donde para mí están no sólo personas sin vida, sino que cuerpos inertes, en estado de putrefacción y muchos ya convertidos en nada, polvo, esqueletos olvidados.

En estas fotos de mi ida a este lugar, quiero demostrar aquellas tumbas olvidadas, recordadas y también las  veneradas en el tiempo, con palabras, poemas, globos, peluches, imágenes de ángeles y cruces.

Me hice muchas preguntas al respecto: ¿A qué le están poniendo flores? ¿A un cuerpo sin vida? , ¿Por qué razón? ¿Es que necesitamos un lugar material para recordar a los que ya no están con nosotros?

Me da escalofríos la muerte y sobre todo hacia donde te llevan cuando el cuerpo  ya  sólo es materia inerte, sin vida, sin alma.

Para el mundo cristiano, el cementerio no es el fin, sin embargo estoy consciente que para la mayoría de nosotros es necesaria y muy importante recordar de esta manera a nuestros seres queridos.